Empezare este tópico citando a la que yo considero una excelente pensadora:
“Los hombres sólo pueden tratar entre sí de dos formas: Armas o Lógica. Fuerza o Persuasión. Aquellos que saben que no pueden ganar utilizando la lógica, siempre han acabado por recurrir a las armas.” –Ayn Rand.
¿Qué hay de malo con las armas? Nada, no hay absolutamente nada malo con ellas, el del problema vendríamos siendo nosotros ¿Por qué escribo esto? Pues, una pistola no se dispara sola, y la verdad es que si realmente necesitamos una ley que nos diga que matar está mal, somos una sociedad verdaderamente lamentable. No estoy queriendo decir que no debería existir tal ley, estoy tratando de hacer énfasis en el hecho de que somos una humanidad, una humanidad donde carecemos de algo llamado “Unión”, una humanidad enferma, que de seguir así, acabaremos auto-destruyéndonos y espero realmente que no tengamos que llegar al final para darnos cuenta de nuestro gran error.
El problema surge en la desconfianza que tenemos el uno del otro, y es que no le hallo otra explicación a la militarización. ¿Para qué una nación armarse hasta los dientes si lo que busca es la paz? No tiene sentido, la única respuesta que le puedo encontrar es la enferma desconfianza a los países hermanos; amigos no se vean como ciudadanos de un país, véanse como ciudadanos de un planeta; ciudadanos del mundo. Cada vez vemos a más gobiernos gastando enormes sumas de dinero en armas y reduciendo peligrosamente el presupuesto hacia lo que realmente importa: La educación, el desarrollo a nuevas tecnologías, la salud pública, el desarrollo de la infraestructura urbana, el cuidado al medio ambiente, el desarrollo a energías alternativas, entre otras cosas. Este es un tema sumamente delicado y bastante peligroso. Muchas personas se muestran apáticas a lo que respecta a esto y les pido de verdad un poco de consciencia y consideración.
Una nación que gaste más dinero en armamento militar que en programas sociales se acerca cada vez más a su auto-destrucción.
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